En aquellos momentos, sintió la soledad recorriendo su cuerpo.
Se estremeció al recordar que ella ya no estaba. Le había dejado. Ya no volverían a comer juntos, a bailar, a reírse las estúpidas bromas que se hacían entre ellos. Las cosas que compartían se esfumaron. Su vida había cambiado y no pudo darse cuenta hasta que ella no estuvo ahí, para llevarle el rollo de papel higiénico.
Al final esto es el Amor, tener quien te lleve el rollo, me gusta el giro final que tienes estas anotaciones y en relatos más largos (Tu) también aparecen estos «rotos» este en particular me ha hecho reír. A ver cuando podemos leer otra historia más larga del estilo de Tu,.
¡Gracias por tus comentarios! En breve habrá más historias y cosas para leer. Trabajando en ello…
So beautiful.